martes, 30 de agosto de 2011

Relativización, un peligro u oportunidad

La consecuencia de todo lo que está pasando en la dinámica familiar tiene como consecuencia que se tienda a relativizar los modelos de familia. O sea, que ya no podemos hablar estrictamente de la Institución Familiar. Pero, ¿será esto catastrofico?

Yo pienso que por el contrario, porque al depender la fortaleza del matrimonio en la relación interpersonal y no en normas socialmente inamovibles, sino de una opción que libremente se tome, se revalorizan los vínculos interpersonales, Especialmente el matrimonial.

Las pautas y distribuciones de funciones en la familia ya no vienen prescritas socialmente en su totalidad, sino que en parte hay que decidirlas en común y pactarlas. Y esto supone un nivel cada vez más fuerte de comunicación.

Solo que si hay inmadurez por parte de alguno de los miembros se ocasiona mayor conflictividad y fragilidad en el matrimonio. Y la ruptura de este vínculo es una herida de difícil recomposición.

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